10 jul 2012

Paz interior o vivir plenamente


La paz interior es plenitud, serenidad y disfrute de la vida; pero tiene que ver con el autocontrol y las buenas actitudes que nos conducen al éxito.La paz interior es la capacidad de todo ser humano para disfrutar la vida al máximo. La paz interior se logra plenamente en el silencio, y tiene mucho que ver con el dominio propio. Pero la paz interior es además:

Sentirse bien solo o acompañado.
Amar a las personas y aceptarlas con sus fallas.
Adaptarse a las circunstancias de la mejor manera, sin permitir que nos afecten demasiado.
Tener buenas relaciones con todas las personas, aun aquellas con las que no concordamos.
Valorar las cosas que se tienen sin lamentar las que no se tienen.
Saber resolver conflictos.
Tener capacidad de autocontrol.
Un compendio de buenas actitudes

La paz interior es el compendio de todo lo anterior; es decir, es el resultado final de aprender a ser feliz. Es el premio más grande que se puede obtener de la vida y es el regalo más grande que como personas le podemos brindar a la humanidad, porque quienes logran la paz interior son piezas clave en el rompecabezas de la vida.

Son seres apacibles y viven felices siempre a pesar de sus circunstancias, tienen una gran capacidad de autocontrol y saben brindar amor y felicidad a aquellos que les rodean. Saben ayudar y servir a otros, sin esperar nada a cambio, porque han aprendido a disfrutar del acto de dar.

Han aprendido a valorar la vida en su justa medida y a disfrutar con absoluta plenitud, tomando de ella todo lo que les sea posible para enriquecerse cada vez más interiormente y compartiendo todo ese potencial con el resto del mundo.

Al estar en paz interiormente, pueden fácilmente estar en paz con los demás, y ser felices. El moralista francés François La Rochefoucault decía: “Quien no logra la paz dentro de sí, que no pretenda buscarla fuera”.

Cómo cambiar el mundo


Cuentan que una vez un padre regaló un rompecabezas a su hijo, con dos lados bien definidos; por un lado estaba la figura de un hombre y por el otro la del mundo. El niño comenzó a armar el rompecabezas por el lado del mundo, pero sin obtener resultados.

En vista de ello su padre decidió ayudarle y de paso darle una lección. Comenzó entonces a armar el rompecabezas por el lado del hombre y lo hizo muy fácilmente y luego dio vuelta al mismo ya armado y le dijo: “Hijo, si logras ser un buen hombre, indefectiblemente harás un mundo mejor”.

Si queremos cambiar el mundo y hacerlo mejor, debemos comenzar por cambiar nosotros y el mundo cambiará también, y para hacerlo es necesario crecer interiormente. El crecimiento interior se logra tomando como base el autoconocimiento, como fuente primordial para desarrollar una vida plena.

William Shakespeare dijo: “De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo” . Albert Einstein, por su parte, expuso: “Conocer bien a los otros es inteligente, conocerse bien a sí mismo es sabiduría”.

El autoconocimiento es la base de la inteligencia emocional
Si una persona no logra conocerse bien a sí misma, siendo consciente de sus fortalezas y debilidades, y si no aprende a identificar sus estados de ánimo y las consecuencias que estos pueden tener en su comportamiento, es muy poco probable que pueda controlar sus reacciones ante las circunstancias y a utilizarlas de manera productiva.

Del mismo modo, le será muy dificil comprender bien y aceptar el comportamiento de los que le rodean, lo que trae como consecuencia la falta de efectividad para relacionarse exitosamente en cualquier campo de la vida: relaciones interpersonales, familiares y de pareja, y en todas las demás instancias del diario vivir.

Evidentemente, la tarea de autoconocerse no es nada fácil pero sí absolutamente necesaria para poder comprender a los demás, ser feliz y por ende mejorar las relaciones y el avance por el camino de la vida.

Goleman y la inteligencia emocionalDaniel Goleman, el abanderado de los estudios sobre la inteligencia emocional, define esta aptitud personal de la siguiente forma: ”Es el conocimiento de los propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones”. Incluye en la misma los siguientes aspectos:

Conciencia emocional. Reconocer las propias emociones y sus efectos.
Auto-evaluación precisa. Conocer las fuerzas y debilidades propias.
autoconfianza o autoestima. Certeza sobre los valores y facultades que uno tiene.
Plantea que las personas dotadas de esta aptitud:

Saben qué emociones experimentan y por qué.
Perciben los vínculos entre sus sentimientos y lo que piensan, hacen y dicen.
Reconocen qué efecto tienen esas sensaciones sobre su desempeño.
Conocen sus valores y metas y se guían por ellos.
Exito, felicidad y amor

Los seres humanos somos una fuente autosuficiente de éxito, felicidad, amor, alegría y paz. Poseemos una energía poderosa y muy variada para autoabastecer todas nuestras necesidades, pero desafortunadamente esa fuente es muy poco conocida aunque esté al alcance de todos. Es necesario, pues, buscarla, descubrirla y utilizarla.

Fuente: portaldimensional.com

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comparte este artículo en Twitter, Facebook, Google +1 si te ha gustado...